De las terapias energéticas

Buenas noticias! He observado que la acupuntura ha tenido un repunte en estos últimos tiempos, cosa que me alegra pues mientras las personas puedan disponer de mas recursos, de mas opciones y factores en pro, mas control tendrán de la situación y lograrán éxito en sus objetivos de salud. La enfermedad o síntoma, nunca se provoca por un solo factor, siempre es la conjunción de al menos dos factores. 

Imagen tomada de internet

En la antigua pero actual medicina ayurvédica el cuerpo está dividido en 5 cuerpos, capas, vainas, envolturas o dimensiones) llamadas shariras o koshas. Nombraré las que nos conciernen en este escritos que son 3: 1ª el cuerpo físico o del alimento (Annamaya Kosha), 2ª el cuerpo energético o cuerpo de ventilación (Pranamaya Kosha), y el 3ª cuerpo psíquico o cuerpo mental (Manomaya Kosha).

El 2ºcuerpo, el cuerpo o envoltura energética, también cuerpo pránico (pránico proviene de "Prana" o energía sutil) es como una interfase, un puente de unión entre el cuerpo del alimento o físico y el cuerpo de la mente. En la terapias energéticas como Reiki, Reconexión, Shiatsu, Acupuntura, Marmas, Homeopatía, entre otras, el objetivo es el tratamiento del 2º cuerpo, energético o de ventilación, "pránico". Al ser un enlace, interfase o puente entre el 1º cuerpo-el físico, y el 3º cuerpo-el mental,  con él cuerpo pránico puedo inferir, actuar, tratar cualquiera de estos dos cuerpos, obteniendo buenos resultados al cuerpo ( órganos, articulaciones...) o a la mente (psicología, conducta, emociones negativas...) según sea el objetivo o la intención terapéutica.  

Ahora... ¿Por qué a algunas personas no les funciona estas terapias? Por qué a veces el efecto es tan débil, tardío o imperceptible? El problema no está en el terapeuta, menos aún en la técnica. Muy frecuentemente encontramos que por ejemplo al cuerpo físico o 1er. cuerpo existen tóxicos sintéticos o artificiales que antes no existían como los EXXX, las vacunas, alimentos "refinados", etcétera, que hacen a veces "imposible" actuar a estas terapias de manera eficientemente, dificultando el tratamiento y el objetivo.

Al 3er. cuerpo o envoltura psíquica encontramos que la mente de las personas no es la que era a la época de Jesús el Cristo, Buda (ya existía la acupuntura), o a los tiempos de Samuel Hahnemann padre de la Homeopatía, en aquel tiempo la gente era ingenua, poco o débil ego, y con poca información, formación intelectual o académica. Un ego fuerte o lo que es lo mismo, una personalidad fuerte puede impedir que estas terapias funcionen o actúen, un ejemplo de ello son las "creencias", si mi creencia es que: "nada que no sea la medicina alopática cura" mi mente interferirá pues la mente tiene el poder y capacidad de modificar no solo nuestra conducta, sino también de alterar y cambiar el metabolismo y nuestro cuerpo. Otro ejemplo son las enfermedades psicosomáticas, que son muchas mas de las que imaginamos, si mi enfermedad, o mejor dicho, el síntoma persiste luego de la terapia, el conflicto está en nuestra mente inconsciente; las terapias energéticas nos ayudarán en general a darnos una tregua, una pausa, para mostrarnos que no somos la enfermedad pero probablemente no nos curen. "Lo psíquico dirige a lo energético y lo energético determina a lo físico" Lic. José Luis Parise

Fractal de Benoit Mandelbrot

En el Pranayama (conjunto de técnicas respiratorias en yoga) tenemos una forma de alimentar y expandir nuestro cuerpo pránico o de ventilación, al aumentar nuestra capacidad respiratoria estamos mejorando nuestro cuerpo energético. El deporte en general ayuda en ello.

Por todo lo anterior, antes de recibir una terapia energética, desintoxica y alimenta bien el cuerpo (metales: percing, anillos, tatuajes, cicatrices, equipos electrónicos: cellulares, ipods también interfieren) y cura sus alteraciones metabólicas; también revisa si alguna creencia en contra de las terapias energéticas, y si el síntoma aún persistiese pues el problema yace en tu mente profunda, no busques mas afuera pues tu sanación o bienestar la encontrarás dentro de tí...