miércoles, 14 de mayo de 2008

De La psicología de las Tarifas y Pagos por Servicios y Bienes




Es curioso que en nuestra cultura Hispano hablante algunas persona les avergüence cobrar sumas de dinero por hacer un servicio de salud a alguien.
Dentro de nuestra cultura hacer un servicio de cualquier tipo con los cuales se trama la red económica y los mercados: manufactura, mantenimientos de equipos y bienes, producción agrícola, bienes raíces, otros no ilícitos, etc. cobrar o pagar es visto como algo normal, una convención socialmente aceptada, tácita e implícita. En cambio el pago por un servicio de salud, para algunas personas es un hecho visto como repudiable, oscuro, y no justo, siendo la salud el primordial bien y mas importante de todos en la base de actividad humana, sea la que fuere. ¿Estarán los valores invertidos? Estoy seguro de que muchas personas teniendo la capacidad, conocimiento y vocación para el trabajo en el ámbito de la salud no lo hacen, no lo ejercen pues piensan que no podrían sostenerse económicamente y por ello lo del déficit en Sanidad en nuestras sociedades.

Esto ocurre, según la reflexión de estas líneas, por la existencia implícita en nuestra cultura de la creencia de que “hacer el bien al otro” es una labor altruista, y por tanto ha de ser una “acción desinteresada”, “no se ha de recibir nada a cambio”.también el precepto mal entendido: “Has de hacer el bien sin mirar a quien”, que en realidad lo que expresa es: "Has el bien por el bien en sí mismo y entregate en la acción", pero el quien si hay que mirarlo, y mirarlo bien! Muchas veces ayudando hacemos mas daño que no haciendolo, son el caso de personas que viven del victimismo y se unden cada vez mas que son "ayudados por otros" en su incapacidad y pobreza espiritual, pues son negados en su propia capacidad al momento de sentirse víctimas incapaces de retribuir, agradecer. La Salud en un Bien de todos, pero no todos tenemos la misma capacidad.

La cuestión a de ser vista desde la siguiente pregunta ¿Valoramos nuestra salud? ¿Cuánto vale para nosotros nuestra salud? ¿Cuáles son las cosas o acciones a sacrificar por nuestra salud y cuanto valen para nosotros? La cuestión está en que muy frecuentemente dejamos que sea “el otro” el que tenga la “responsabilidad” de nuestra salud, en la categoría del otro entra el cónyuge o pareja, el amigo, mi tío rico, el médico, el terapeuta, la genética, los padres y a Dios todopoderoso.

9 años a la Fundación Vivir Mejor mas 9 años de manera independiente y personal en el trabajo desinteresado de fundación en una fundación latinoamericana me traído a la reflexión. También Dr. Eric Pearl compartió en su último seminario en la ciudad de Barcelona, España, mayo 2008, que según las estadísticas de la Sociedad Médica a los Estados Unidos, las personas que tienen una mayoría notoria en la aplicación de sus tratamientos (90%), eran aquellas personas que tenían la capacidad tanto económica, como de otra índole, para costearse o retribuir los servicios obtenidos.

Lo que realmente funciona tanto en la salud y la terapéutica, como en todo ámbito es aquello que valoramos, que nos cuesta un esfuerzo, que represente una capacidad propia la cual pueda ser intercambiada. Si yo puedo intercambiar con el otro en un punto en común o acuerdo, como es el caso de una tarifa, de un trueque o intercambio de bienes y servicios, tangibles o intangibles, entonces el recibir aquello hace que en función proporcional del valor o esfuerzo que para mi represente, entonces aquello que recibiré a cambio tendrá un valor equivalente.

Si el esfuerzo, valor, o pago que debo de hacer para obtener un bien o servicio, es poco o “pobre”, es de poco valor para mi lo que entrego a cambio, entonces aquello que recibo tendrá el valor equivalente, en este caso, el de poco valor, el que es barato y por tanto no tendrá el mismo uso y valor para mi, que para otra persona que su “esfuerzo” o representación de éste sea mayor.

Valoramos lo que valoramos, pero también valoramos lo que nos cuesta un esfuerzo. “Bienaventurados los Pobres porque de ellos será El Reino de los Cielos”dice la Iglesia Católica, pero también la Biblia agrega y sigue: “Dichosos los Pobres de espíritu por que de ellos es el Reino de los Cielos”, o dicho con mi interpretación: Dichosos los pobres de Carácter o Ego, que con una Personalidad Justa y Equilibrada gozarán de paz mental y espiritual.
Otra cosa muy distinta es que, el estado y las naciones tienen la obligación de "crear las condiciones generales que auspicien la salud de sus pueblos", en ello deriva gran parte de la responsabilidad social de los gobiernos y naciones en el ámbito sanitario. No obstante, ello no releva de la responsabilidad individual de cada quien con su salud y la del Otro. Dejo abierta la puerta para la discusión y reflexión pues la mía no es la última palabra ni la primera, y es con el diálogo y discusión que se forjan los hombres con entendimiento.

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